CSW pide al gobierno mexicano que lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, quien fue asesinado a tiros el 20 de octubre, después de oficiar una misa en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Fuentes han dicho a CSW que al menos otros cuatro sacerdotes católicos romanos y varias organizaciones de la sociedad civil, también han recibido amenazas.
Las autoridades mexicanas anunciaron la detención de un sospechoso el 22 de octubre. Se cree que el padre Pérez Pérez y los demás afectados y organizaciones amenazadas han sido objeto de ataques de grupos criminales transnacionales, debido al activismo de las víctimas solicitando el fin a la violencia y la corrupción.
En septiembre del 2024, el padre Pérez Pérez encabezó una marcha pública pidiendo la paz en la región y se pronunció contra la creciente presencia del crimen organizado en Chiapas. Poderosos y violentos grupos criminales organizados, incluidos los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, han estado compitiendo por el control del territorio en el estado, que es rico en recursos naturales y limita con Guatemala, lo que lo convierte en una zona geográfica estratégica para el tráfico de personas, armas y narcóticos.
Por muchos años los líderes religiosos en México han sido
un objetivo de ataque de los grupos criminales organizados, lo que coloca al
país como uno de los lugares más peligrosos del mundo para los sacerdotes
católicos romanos. El desplazamiento masivo de civiles, incluidos los líderes
religiosos protestantes, en las tierras altas de Chiapas y a lo largo de sus
fronteras, se ha vuelto particularmente agudo durante el último año, debido a
la violencia criminal.
La directora de incidencia política de CSW, Anna Lee
Stangl, dijo: ‘Lamentamos que el pueblo de Chiapas haya perdido a un valiente
defensor de la paz y los derechos humanos en su estado con el asesinato del
padre Pérez Pérez, y nos solidarizamos con quienes piden justicia y protección
para los líderes religiosos y las organizaciones de la sociedad civil que siguen
bajo amenaza. Aunque se ha detenido a un hombre en el caso, es imperativo que
se lleve a cabo una investigación exhaustiva para garantizar que todos los
responsables de la muerte del padre Pérez Pérez, incluidos los que están en la
cima de los grupos delictivos organizados transnacionales, rindan cuentas. La
presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el gobernador del estado de Chiapas,
Rutilio Escandón Cadenas, deben tomar medidas rápidas y coordinadas para
erradicar a estos grupos delictivos organizados, que propagan el terror en todo
el estado, y esto incluye combatir agresivamente la corrupción.’